Hazte un café o una infusión, porque hace mucho que no publico por este blog y en la entrada de hoy voy a quitarme la espina. No es la típica reseña de WordCamp demasiado cortita, me apetece compartir cómo he vivido este evento. Así que vas a saber cómo he llegado a ser ponente en la WordCamp Torrelodones de 2024, lo que ha significado para mí y qué me ha aportado. ¡Vamos con el post!
¿Yo como ponente en una WordCamp?
La primera vez que di una charla en público sobre un escenario creo que fue en un PechaKucha en el 2013, hablando sobre una web en WordPress que había creado como parte de mi Trabajo de Fin de Máster (Dirección de Arte Publicitaria, qué tiempos aquellos). Desde entonces he dado más charlas, mayoritariamente cortas, tanto presencialmente como online. Pero con la llegada de la pandemia, abandono lo presencial y únicamente me animo a enviar propuesta de ponencia por primera vez a una WordCamp a la WordCamp España 2020. Me emociono y vuelvo a mandar ponencia (también online) a la WordCamp Galicia 2021. Pero de lo que es volver a hablar en una sala delante del público… Lo dejo varios años.
La semilla reaparece en la WordCamp Madrid de 2023. Asisto al evento con Ángel y, hablando con Ana Cirujano, nos anima a enviar ponencia a la de Torrelodones. Ignorante de mí, que me creía que lo decía porque no recibían suficientes candidaturas… Jajaja Ana, creo que recordaré siempre la cara que me pusiste de WTF en aquel momento. Pensé muchas veces en ese momento ya luego durante el evento.

Iba a ser la última WordCamp de Torre que liderase Ana, así que entre eso, la cagada que había cometido tras su propuesta y que me parecía una buena forma de salir de mi zona de confort tras tanto tiempo… Me lancé a mandar propuesta. Me comentaron que había dos espacios donde dar la charla: un aula y el teatro. Así que en todo momento pensé, bueno, la charla en el aula me impone menos. Así que envío una cortita sobre un caso real y maloserá que no salga algo decente…
Spoiler 1: Aceptaron mi charla (¡ueeee! ¡Alegría!)
Spoiler 2: No me tocó el aula, no… Me tocó el teatro (trago saliva).

La comunidad gallega de WordPress
Por si alguien todavía no se había dado cuenta, soy una persona tímida a la que le cuesta horrores acudir a un evento y hacer networking con personas desconocidas. Aunque intento obligarme a hacerlo y mentalizarme, es verme rodeada de gente que no conozco y me cuesta bastante abrir tema de conversación. Así que las personas que me sirven de puente para conocer a otras me ayudan mucho: si alguna vez has sido ese tipo de persona, gracias, de corazón.
No sé qué habría sido de mi experiencia si no hubiese contactado con la delegación wordpressera gallega que también acudió al evento. Seguramente la habría vivido de forma muy diferente. A pesar de que no estamos en contacto en el día a día y que coincidimos cada tanto tiempo en esta clase de eventos, admito que cada vez me siento más cómoda con ellos. Son esos amigos que no ves con frecuencia pero que cuando estáis un rato juntos parece no haber pasado ni un día desde la última vez, de algún modo todo sigue igual. Sabela, Wajari, Carlos, Juan, Mónica, Sonia, José Ramón Bernabeu, Fernando y Julio: Gracias por hacerme sentir parte del grupo, siempre.

Torrelodones
Viajo de nuevo con Renfe hasta Madrid y aprovecho a quedar con una amiga, que me acerca después a Torrelodones. Sin duda una de las WordCamps a las que me resulta más fácil y cómodo llegar, siempre que Renfe tenga un buen día jaja. Ya sólo por salir del bucle de temporales de lluvia y viento que llevábamos en Galicia, viajar a Torrelodones fue un auténtico respiro en el mes de marzo.
Por cierto, me alucina cómo varía el concepto de pueblo según la zona en la que vivas. En este evento me entero de que Torrelodones es un pueblo (algo más de 23.000 habitantes en el año 2018 según Wikipedia). Y mi pueblo (Ézaro, provincia de A Coruña, Galicia) contaba con 600 en el 2019. El chiste se cuenta sólo, ¿no?
El hotel PAX Torrelodones me pareció una elección de alojamiento estupenda. Zona tranquila y poco ruidosa, a pesar de estar tan cerca de la autovía. Se llega andando al espacio donde tiene lugar el evento (el Teatro Fernández-Baldor) en apenas 10 minutos y a medio camino hay un Lidl, por si necesitas hacer alguna compra de última hora. Recepcionistas atentos y correctos, habitación amplia, desayuno tipo buffet disponible por si te interesa y tarjeta para entrar a la habitación. Por poner un pero, mi almohada era muy baja y blanda, pero posiblemente si se lo comunicase en recepción me diesen alternativas. Cuando vuelva a Torrelodones repetiré alojamiento sin dudarlo.
El viernes al llegar decidí pasarme por el teatro para ver la sala donde tendría que dar la charla. Había estado practicando en casa intentando visualizarme en ella, porque hay varias fotografías de la sala vacía justo sacadas desde el escenario que me parecieron muy útiles para esto. Pero una cosa es imaginarlo y otra muy diferente, estar allí…
Fue cruzar la puerta del teatro y darme cuenta de que todavía no estaba preparada para subirme al escenario de una sala como esa. Si ya me imponía vacía… ¡Imagínate llena! ¿Y ahora qué, Lúa?

Lo que más me gustó de la WordCamp
Organizar una WordCamp es complejo. Se araña tiempo que no se tiene para intentar sacarla adelante de la mejor manera posible. Cuesta creer que no haya un interés económico detrás de meterse en semejante embrollo y veo hasta lógico que se pueda desconfiar de tanta acción altruista: pero eso sólo te sucede mientras no participas de forma más activa en la comunidad WordPress. Cuando te involucras de verdad en echar una mano para que salga adelante ya no digo una WordCamp, sino una meetup, es donde empiezas a saber valorar el esfuerzo titánico que hacen tantísimas personas por devolverle un poco a la comunidad. Yo sólo puedo decir que me he encontrado siempre con personas maravillosas que aportaban su tiempo desde el corazón.
Y vuelvo a la WordCamp Torrelodones, que me voy por las ramas. De la edición de este 2024, que es a la que he asistido, destacaría:
- Absolutamente todos los emails enviados por Lidia Marbán previos al evento. Me encantó su tono, su cercanía, esos correos largos e informales que mostraban el mimo y el cariño que le estaba poniendo a la labor que tenía. No te lo dije en persona (ya ves que tenía la cabeza demasiado ocupada con mis nervios) pero de verdad que me gustaron mucho, Lidia. Enhorabuena.
- La reutilización del diseño web de la WordCamp Torrelodones anterior. Hace tiempo que siento fricción con la renovación sistemática que solíamos hacer todos del diseño web/gráfico de las WordCamp, cambiándolo siempre en cada edición. Así que la decisión de mantenerlo, y más cuando tiene tanta personalidad, me gustó mucho.
- El diseño web: siento la necesidad de que siempre haya un por qué detrás de la forma que damos a una web. Por eso me chifla la de Torrelodones, cuyo diseño se sale del tono serio (y soso, para mi gusto) que solemos querer dar a las webs de eventos profesionales. Han creado todo un universo que gira entorno al monumento más emblemático del pueblo: su torre. El separador de secciones, el uso de banderas para clasificar a los patrocinadores, las ilustraciones utilizadas, la tipografía elegida… ¡Es que me gusta todo! Lo veo tan “redondo”… Enhorabuena tanto a quienes han participado en el diseño como en su implementación, que es de sobra conocido el dolor de muelas que es crear la web de una WordCamp en el maravilloso y limitado multisite que nos concede la Fundación.
- El wabalí. El wapuu estándar es un personaje adorable, de ahí que a mí me parezca complejo modificarlo sin que pierda su esencia. Me parece un trabajo fantástico el que han hecho en Torrelodones para que sea un jabalí sin alejarse demasiado del wapuu. Es una ilustración adorable que protagonizó el swag de la edición (bolsa y camiseta, sin referencia al año de la WordCamp). Estoy a favor de suprimir el año en el swag de las WordCamp, en pro de la sostenibilidad y el ahorro.
- La cartelería: me asombró la cantidad de lonas, rollups y carteles que había. La exterior que cuelga del tejado del teatro destaca mucho, si pasas por delante te fijas en ella aunque no quieras, lo cual es un puntazo enorme. Los carteles que había a ambos lados del escenario dentro de la sala del teatro, al principio me parecían algo redundantes. Pero comentándolo con Wajari me hizo ver que daban calidez al escenario, sobretodo por los planos de grabación, y le doy toda la razón.
- La acreditación: dado que optaron por crear un programa en el que no había demasiadas charlas, pudieron diseñar el interior de la acreditación de forma que resultaba muy visual e intuitivo saber en qué lugar y a qué hora estaba cada ponente. ¡Si pudieron ponerle encabezado, wapuu e incluso QR! Maravilloso.
- La charla de apertura de la WordCamp que dio Ana, mostrando de forma tan transparente por qué las entradas al evento cuestan a los asistentes 25€ y el coste real por persona del evento (115€), y la importancia de la participación de todos los patrocinadores para poder cubrir esa diferencia y que el evento salga adelante. Creo que hablar de esto es bueno y necesario para dar a conocer la realidad.
- La cantidad de personas que asistían por primera vez a una WordCamp. Considero que es un buen medidor de lo efectivas que resultan las meetup de la zona, de la comunidad que se crea entorno a ellas y del efecto boca-oreja de sus asistentes más allá del trabajo en redes que pueda hacerse. ¡Enhorabuena!
- El lugar de la cena de ponentes, patrocinadores, voluntarios y organizadores del viernes. Que sea en el mismo hotel en el que te alojas es un puntazo enorme.
- La gente a la que volví a ver y saludar, después de tanto tiempo. Las risas. Las conversaciones wordpresseras y las más offtopic. El sábado por la noche tenía la sensación de llevar fuera de casa varias semanas… ¡A eso le llamo desconexión!
- Esa mención de voluntario honorífico, que hizo que se me humedecieran un poco los ojos.

Las charlas
Siempre resulta complicado decidir qué charlas quieres ver en directo en una WordCamp, y en esta no iba a ser menos. A veces haces una pre-selección desde casa de las charlas que te interesan más, que poco o nada tiene que ver con las que finalmente acabas viendo el sábado. Te dejas llevar por el pasilleo, te olvidas un poco del reloj, a veces intentas estar un poco en 2 charlas que ocurren en diferentes salas a la vez (ver el principio de una y el final de otra) y… Bueno, pues que al final te toca volver a verlas en WordPress TV para enterarte bien jajaja.
Empecé el sábado asistiendo a muchas pero a la tarde estaba ya agotada. Que mi charla fuese a las 17:00 no ayudaba, creo que estar tan nerviosa (me desperté a las 6 de la mañana ese día pensando ya en la charlita…) contribuyó a mi cansancio y cuando me bajé del escenario ya no me moví del Teatro, practicamente. Fue una charla de apenas 10 minutos, pero estaba tan sumamente nerviosa y me iba tan rápida la cabeza, que debí de hacerla en 7 u 8 minutos. La tenía preparada para que, aproximadamente, cuando me dieran el aviso de que llevaba 5 minutos yo estuviese entre los puntos 5 y 6 de la charla (eran 10): llegué a pensar que la persona que estaba controlando mi tiempo se había despistado con el cronómetro, hasta que me dio el aviso y… ¡Yo ya iba por el punto 7! Otra de las cuestiones a mejorar para próximas charlas, si es que vuelvo a plantear alguna corta: si son 10 minutos, NO QUIERAS HABLAR DE 10 ELEMENTOS. Habría sido mejor centrarme en la mitad pero explicarlos con más calma, que no ir tan apurada… Pero de todo se aprende 🙂
La verdad es que tengo que agradecer el apoyo moral que me dieron todos los miembros de la organización y voluntarios que tuvieron que sufrir mis nervios pre-charla y los post-charla. Especialmente a Paco, que rechacé su propuesta de echarme unas carreras por el pasillo antes de empezar para bajar estrés, después no quise cambiarme el micrófono de diadema y por último le eché la culpa (entre risas) de que se me cayese el micro dos veces XD qué paciencia tuviste.
Me gustaría plasmar por aquí todas las charlas que me han inspirado en este evento de alguna manera:
- La charla de Marta me ha picado: va tocando renovar el diseño de esta web y animarme con mi primer tema de bloques. ¿Se me resistirá mucho React? Ya lo veremos. Es increíble también el interés que solemos tener el público por las charlas de Marta: ¡la tia llena practicamente siempre la sala en la que está! Enhorabuena, Marta. Ya no sólo por tu trabajo, sino por el ejemplo que supones para muchas personas entre las que me incluyo de alguna manera, por lograr superar tu pánico escénico desde el campo de batalla.
- La charla de Flavia ha potenciado lo anterior. ¿Cómo es que todavía no estoy pensando en crear con bloques?
- Las charlas de Vale Querini y de Vicent Sanchís siembran la semilla de que quiera mejorar lo que creo.
- La charla de Carlos me ha recordado que no necesitas herramientas externas para detectar oportunidades de optimización en web.
- La charla de Juan ha provocado que esté por aquí redactando este post y volviendo a mi blog.
- La charla de Wajari, o mejor dicho, la puesta en escena de Wajari, me hizo reflexionar sobre lo que se agradece en medio de una maratón de charlas un respiro. Es curioso cómo resulta más fácil recordar cómo te ha hecho sentir una charla que los conceptos que haya trasladado, y la fuerza que lo primero tiene. No me extraña que llene sala cada vez que se sube a la palestra…
- La valentía de Lola Limón al arrancarse a cantar al inicio de su charla.
- Las charlas de Pablo y Lucía me animan a replantear cómo hago las mías. Tengo que pensar más en storytelling para conectar y menos escupir conceptos directamente. Más inspirar y sacar una sonrisa y no sólo plasmar casos.
- La charla de Sammy reafirma mi amor por el CSS y su potencial.
- La charla de Maylén me impulsa a querer volver a diseñar por placer y en mi tiempo libre, algo que había dejado de lado.
- La charla de Fernando López me la guardo para enviarle a los clientes, así dejaré de ser la pesada que les anima a acompañar el proceso de rediseño web con un SEO.
- La charla de Germán Cabezas me ha descubierto varios escaladores IA de imágenes que no conocía.
Todavía me quedan charlas por ver en WordPress TV, así que tengo trabajo por delante.
El domingo apenas pude estar en el Contributor y me volví a casa sin móvil (decidió que era buena idea pegarse un baño la noche anterior), con faringitis y pensando en cuál será la próxima WordCamp a la que podré asistir.
Mis sensaciones en WordCamp Torrelodones
Me ha gustado mucho cómo me sentí durante todo el evento, a pesar de los nervios que pasé y el mal rato de la charla. Salvo eso, estuve bastante más cómoda que en otras WordCamps. Me encontré un ambiente amable, abierto, cercano… Como si conociese a más gente de la que realmente conozco. No sé si esto se debe a que voy sumando eventos wordpresseros a mis pies y eso, quieras que no, va aumentando el círculo de personas con el que intercambias alguna palabra. Pero admito que me gusta mucho esa sensación familiar al cruzar la puerta, y más a 600 kms de casa.
Así que sólo puedo daros las gracias a todxs quienes lo habéis hecho posible. Me siento realmente afortunada de vivir momentos así de vez en cuando 🙂
Me encanta leer los resúmenes de las WordCamps, porque es volver a revivirlas de nuevo, ver otros puntos de vista que es posible que se nos hayan pasado, anécdotas, etc.
Ahora tienes que animarte a una WordCamp un poco más lejana 😉
Nos vemos pronto, o eso espero. Un abrazo.
Jaja el año que viene tal vez, este os toca a vosotros ir de avanzadilla a Torino 😀
¡Qué identificada me he sentido con tu resumen!
Aunque esta vez no me tocaba hacer 600 kilómetros.
Quizá deberíamos hacer algún manual para el ponente al borde de un ataque de nervios, aunque sea para decir que lo abrazamos con cariño, jajaja.
P.D. Estoy totalmente de acuerdo con tu opinión sobre el hotel… y sobre todo de las almohadas. Para la próxima pedimos una un poquito más contundente.
Gracias por pasarte a comentar, Lola. En la cena del viernes me acerqué a hablarle a Olatz preguntándole si eras tú para felicitarte por el cumpleaños y ya ves… Todo mal jajaja. El próximo año nos llevamos la almohada de casa.
Un abrazo
Bueno, pues me debes un cumpleaños feliz para cuando nos veamos. O nos cantamos otra cosa. El caso es vernos 😉
Que buen resumen de la WCTorre y muchas gracias por la mención 😉
Gracias a ti por compartir tu charla y por pasarte a comentar, Fernando 🙂